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¿Quién es Nola Kellergan?

Traducción de Juan Carlos Durán Romero

Editorial Alfaguara

666 páginas



Empezaré diciendo que la trama del libro está bien trabajada. No he encontrado ni un solo cabo suelto, ni un solo desliz, que por desgracia abundan en muchos thrillers. Se nota que es un libro revisado minuciosamente. Cuando decidí leerlo, lo hice porque buscaba algo que me enganchase y que me distrajera de todo lo que ocurría fuera (sí, fue en pleno confinamiento), y confieso que su intriga me atrapó, y consiguió su propósito en este sentido.


Otro aspecto a destacar, muy importante en este tipo de libros, es que el final no decepciona, como sí pasa con otros que no saben estar a la altura de la trama. Evidentemente no voy a hacer ningún spoiler aquí, aunque a veces me lo permita, porque precisamente a este libro le saldría muy caro: perdería toda la gracia.


Porque bueno, no es ningún secreto si os decimos que, como en (¿casi?) todos los best sellers, lo importante aquí es el qué, y no el cómo; o lo que es lo mismo, la historia está por encima de el estilo. Y no pasa nada, a veces todos buscamos un libro así, con el que poder relajarnos, y no tener que hacer un esfuerzo en su lectura. Lo importante es que La verdad sobre el caso Harry Quebert no intenta engañarnos. O quizás lo intenta, con todo el asunto del reputado escritor y su célebre mentor, quizás lo intenta... pero desde luego no lo consigue: desde el principio, no nos engañemos, sabemos lo que vamos a encontrarnos y, si estamos o no dispuestos a leerlo, ya es otro tema. Pero si aceptamos el libro por lo que es, debemos admitir que cumple con las expectativas.


Aún así, a lo largo del libro ha habido algo que me incomodaba, que me hacía chirriar el argumento, y hasta el final no supe poner el dedo en la llaga, pero ahora, después de leer las últimas páginas, y digerirlo, lo tengo claro: los (vacíos) personajes femeninos. Hay 4 personajes femeninos recurrentes en esta obra: Nola, Jenny, Tamara y Denise; tres de ellas son camareras de restaurante y la otra secretaria, y su puesto en la vida, según el libro, es el mismo que en su trabajo: servir, y en concreto, servir a los hombres que protagonizan el libro. Ellas quieren ser las perfectas amas de casa, quieren que un hombre exitoso se fije en ellas y las seduzca; no tienen más ambición que la del triunfo de él.


Personalmente, me ha dado la sensación de que todas las mujeres eran personajes absolutamente llanos y superficiales, no se profundiza en ellas más de lo estrictamente necesario. A parte de que las mujeres que comentamos no evolucionan a lo largo del libro, - durante el cual los personajes masculinos sí lo hacen, y nos muestran sus mil caras y facetas -, también me pareció nocivo el hecho de que están persiguiendo constantemente relaciones tóxicas; y las que lo consiguen, lo viven como la panacea.


Acabé el libro sintiendo que no conocía a Nola, uno de los personajes centrales, en absoluto. De ella solo se nos cuenta lo básico e imprescindible para que la trama funcione y tenga sentido. Después de leer 666 páginas, aún no sé qué tiene esa chiquilla de 15 años para que un hombre de 35 se enamore de ella, ni vice versa porque, a pesar de que la historia va de eso, he cerrado el libro sin saber quién es Nola Kellergan.

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