Los booktag son una manera genial de conocer nuevos libros de forma sencilla y divertida. Hoy nos sumamos al bookatg de Silvia de 'el principio del cuento' que vimos en el Instagram del Club de Pickwick y que nos ha parecido una genial manera de rendir homenjae a Austen.
1. Los Weston. Un libro que recomendaste y que fue todo un acierto.
El estilo de Amélie Nothomb consiguió encandilarme desde el primer momento, con un estilo crudo, directo y que consigue sacar la belleza de lo grotesco. He recomendado en varias ocasiones Golpéate el corazón, un realto breve y sencillo, que se lee en un suspiro y que, sin emabrgo, no deja indiferente. ¿La protagonista? Una mujer bellísima que tras el nacimiento de su hija deja de ser el centro de atención, algo que despertará en ella los celos, la envidia y hasta el asomo del odio por su propio retoño. Un temazo, vaya.
2. Mr. Woodhouse. Un libro que te pone enferma.
Clavícula, de Marta Sanz. Un libro que, literalmente, es capaz de poner enfermo a cualquiera. Y es que la protagonista de este libro empieza por sentir un dolor físico que nunca antes había sentido y, a partir de ahí, todo el libro se basa en sus malestares y dolores, sus visitas a médicos, sus síntomas psicosomáticos y sus crisis. Un libro que, a decir verdad, sufrí más de lo que disfruté.
3. Harriet Smith. Un libro bonito por dentro y por fuera.
Aquí podríamos decir casi cualqueira de Blackie Books y es que pocas editoriales han conseguido crear un estilo tan hermoso, singular y cuidado. Por decir uno, tan bello como duro, recurriremos a Instrumental. El libro que lanzó a la fama a James Rhodes y donde el pianista relata como la música le salvó la vida y le ayudó a salir adelante tras haber sufrido abusos sexuales por parte de un profesor. Su belleza reside en el valor que tiene la voz de un hombre que se atreve a explicar su verdad, sin tapujos y superando con las más prodigiosas notas de su Steinway sus traumas más profundos.
4. La señora Bates. Un libro soporífero.
Con esto no quiero decir que sea un mal libro, pero debo admitir que no se me hizo ágil de leer. Quizás tiene que ver que coincidió con una época en la que tenía que leer siempre de noche y ya en la cama y, claro, eso no ayuda. Y menos si hablamos de leer El cuaderno dorado de Doris Lessing, un libro que además es bastante extenso, con casi 900 páginas. Soy consciente de que estoy criticando el libro más consagrado de una autora con un Premio Nobel, pero para eso estamos aquí, ¿no? Fui incapaz de conectar con cualquiera de los personajes, todo lo que relataba Lessing me parecía extremadamente ajeno y lo que, a mi parecer lo convirtió en soporífero, fue un exceso de política que siempre aborrezco en un libro.
5. Frank Churchill. Un libro que prometía y acabó decepcionándote.
Me encanta Jeanette Winterson. Me enamoré de ella con La pasión, afiancé la adoración por la autora con Por qué ser feliz cuando puedes ser normal, y quedé fascinada definitivamente tras verla y escucharla en una ponencia que dió en el CCCB en Barcelona. Por eso, compré Frankisstein con toda la ilusión del mundo. Me gustaba la temática, me gustaba la portada, me gustaba ella. Lo tenía todo vaya, pero fue una decepción. Toca varios temas pero no los remata, abre debates pero los deja a medias y nos presenta personajes que no me povocaron amor ni odio. Esa indiferencia general que me provocó el libro fue un bluff. Aún así, seguiré corriendo a las librerías cuando Winterson publique algo.
6. El Sr. Martin. Libro al que darás una segunda oportunidad.
Definitivamente el libro que creo que merece una segunda oportunidad es Felicidad, de Mary Lavin, tal como confesé en la reseña que publiqué hace muy poco. A pesar de que no me cuesta decir que un libro no me ha gustado, en esta ocasión creo que la culpa ha sido mútua, y que seguramente no le entregué toda la
7. Jane Fairfax. Un libro delicado.
No me lo he tenido que pensar ni un segundo. Seda de Baricco es un libro breve y delicioso. Uno de esos libros en los que quieres retener cada frase y paladeas cada palabra como si fuera un bonbón. Como una fábula oriental, como el vuelo de un pájaro. Este libro es una joya que se disfruta en un suspiro. Pero que bonito suspiro.
8. La señora Elton. Un libro que llevarías a Maple Grove para escandalizarlos a todos.
El placer de María Hesse. Aunque en el último año se hayan publicado varios cómics y novelas dentro de este estilo y temática, eso de hablar del placer femenino ha sido hasta hace muy poco tabú. (Y, por supuesto, todavía lo es para muchos). Una obra maravillosamente ilustrada en la que se nos explican algunos conceptos fundamentales de los órganos sexuales femeninos, del orgasmo y, en definitiva, del placer.
9. Mr. Knightley. Un libro que fue, es y será tu fiel compañero.
Que difícil tener que elegir. Son muchos los libros que procuro tener a mano por si las moscas. Por decir uno, quizás poco conocido para quien no esté familiarizado con las letras catalanas, diré Te deix, amor, la mar com a penyora (Te dejo, amor, como prenda el mar) de Carme Riera. La autora mallorquina es una de mis favoritas y ha explorado a lo largo de su carrera casi todos los géneros. En este caso, un cuento en el que el verdadero protagonista es el mar, el mar que une y que separa a los amores verdaderos.
10. Emma. Un libro que adoras a pesar de sus defectos.
No por sus defectos literarios (que creo que no los tiene), pero sí por sus defectos morales. O más bien por la incomodidad que provoca. Lolita de Nabokov es una novela que me cautivó y que me parece un ejercicio literario brutal. Ahora bien, resulta difícil lidiar con los sentimientos que nos provoca ese Humbert Humbert que se enamora de esa jovencísima Lolita y que huele a pederasta.
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